domingo, 4 de julio de 2010

Conseguida Cima 3: Acabarme la Divina Comedia


Beatriz y Dante en el cielo, por Gustave Doré.


Ya que hay pocas cimas montañeras, últimamente, en mi vida, al menos he conseguido hollar ésta, la de acabarme la Divina Comedia, de Dante Alighieri. Puedo asegurar que ha sido una ascensión dura, con una ruta que no me esperaba, pero que me ha satisfecho.

Cuando comencé el libro creí que me enfrentaba a una obra del tipo "La vida es sueño", de Calderón de la Barca. Sin embargo, es una obra mucho más densa, de prosa poética, con numerosas referencias históricas, lo que obliga a leer constamente los pies de página.

Como elementos positivos destacaré poder tener la visión política que poseían en la Edad Media. Nada mejor para desmitificar ciertas ideas preconcebidas como leer de una fuente directa la situación del momento. Dante fue poeta y político y escribió el texto entre 1304 (ó 1306) y 1313.

Otro aspecto positivo es disfrutar con las imágenes poéticas y con la plasmación que hace el autor del infierno, el purgatorio y el cielo. Es interesante ver de forma plástica la condena, la purgación y la gloria. Por ejemplo, imagina a las almas en el cielo como puntos de luz, que cantan con mucha frecuencia, en diferentes circunstancias, y a la espera de recibir sus cuerpos al final de los tiempos.

El purgatorio es la ascensión a una montaña y en el infierno aparecen las personas deformadas en función de su pecado principal, y, en ocasiones, castigándose unos a otros. Por ejemplo: "Su rostro era el de un varón justo, tan bondadosa era su apareciencia exterior, y el resto del cuerpo el de una serpiente. Tenía dos garras llenas de vello hasta los sobacos y la espalda, el pecho y los costados salpicados de manchas".

O: "A través de aquella espantosa y cruel multitud de reptiles corrían gentes desnudas y aterrorizadas (...) tenían las manos atadas a la espalda con culebras, las cuales les hincaban la cola y la cabeza en los riñones (...) uno de ellos fue mordido por una serpiente en el punto en el que el cuello se une con los hombros y, en el breve tiempo que se necesita para escribir una O y una I, se encendió, ardió y cayó reducido a cenizas. Pero apenas quedó consumido en el suelo, reuniéronse las cenizas y, por sí mismas, y súbidamene se rehizo.

Me había ido marcando con una doblez de página algunas imágenes poéticas, pero ahora, al ir a buscarlas, no las encuentro...

Dejo aquí lo que dice Wikipedia del libro.

2 comentarios:

Carol dijo...

Enhorabuena! A mí la Divina Comedia me parece de los libros duros duros, vamos que no me trevo, y eso que sé que tarde o temprano tendré que hacerlo porque me puede la curiosidad. Besos!!

Estela dijo...

Carol, es como dices, duro, duro, pero, con una lectura pausada y haciéndola compatible con otros libros, es asequible y aporta muchas cosas: la poética y la visión social y política del autor son muy enriquecedoras.